sábado, 21 de noviembre de 2009

Sueños rotos... Tercera parte: Las tres preguntas..

Llevábamos más de 3 horas en el coche, yo comencé a dormirme y a seguir pensando en lo que me había dicho el extraño hombre, cuando de repente el coche freno…

Vamos nos están esperando dentro-Dijo Druck con una voz ronca.

Yo me desperté y baje del coche, mientras miraba a Druck que se estaba poniendo una mascara y una tunica…

¿Por qué te pones eso?-Pregunte.

Por que tengo que entrar así al templo-Respondió seriamente.

Comenzamos a andar y entramos al castillo, dentro había mucha gente enmascaradas, y con túnicas, todos me miraban y al fondo de ese pasillo se encontraba el famoso Conde Launrent, era moreno, con unos ojos grandes y rojizos, y su vestimenta era algo extraña ya que era como una tunica de larga cola de color negra…

Bienvenido Igilovus- Dijo el conde con una voz ronca.- Hoy te voy hacer tres preguntas y si me contestas las respuestas incorrectas morirás….

Vale, pues comienza- Respondí

Pareces valiente, haber si lo eres, te encuentras en un rincón donde hay tres vampiros oscuros ¿Qué haces?- Esa era su primera pregunta.

Te la responderé si me respondes tu a ¿Qué es un vampiro oscuro?-se escucho un murmullo cuando pregunte eso, de inmediato Laurent con una sola mirada cayo a toda la sala.

Un vampiro oscuro es aquel que no cumple las normas de mi reino o que tiene algo contra mi.- Dijo Laurent muy firmen.

Te respondo sinceramente los de dejaría vivir pero como tengo que responder a tus gusto los mataría.-Volvió a escucharse ese murmullo.

Pareces inteligente, vas cogiendo mis ordenes, ahora haber que me respondes a esta ¿Qué arias si tu maestro es decir Druck fuera un traidor?- Esa fue la segunda pregunta.

Lo escondería aunque eso me costara la vida, pero como tengo que seguir tus ordenes te lo entregaría-Sonreí

Bueno pues e aquí mi ultima pregunta, ¿Qué arias si yo fuera a matarte?-Dijo Laurent riéndose.

Creo que es si es uste solo moriría uste no yo, pero como se que nunca vendrás solo pues lucharía por mi vida-Respondí yo riéndome.

Mandaría que te mataran ahora mismo, pero mis leyes no me dejan pero te seguiré vigilando muy de cerca, podéis marcharos-Dijo mientras hacia un gesto con la mano.

Cuando ya estábamos fuera Druck me miro con muy mala cara…

¡Que as echo! ¡Ahora ara lo posible por matarte!-Dijo gritando Druck.

No creo que pase eso hermano aquí estoy yo para protegerlo – dijo una voz a mi espalda.

¿Qué haces aquí?- Pregunto Druck.

Me volví allí había un joven mas o menos de la edad de 15 o 16 años moreno, de ojos verdes, una vestimenta moderna y una hermosa espada colgada de su espalda…

Hola, soy Eric-Dijo mientras me extendía la mano.

Yo Igilovus-Dije mientras yo también le estrechaba la mano.- ¿Quién eres?-Pregunte.

Si lo quieres saber espera a la próxima parte nos vemos el sábado.

Continuara….

Gracias por seguir la historia.

Igilovus.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Sueños rotos... Segunda parte: Normas...

Cuando desperté del sueño me encontraba atado a una cama ,algo mareado y confundido por la situación , en ese preciso instante escuche un ruido que me retumbaba en la cabeza, parecía el ruido de una puerta a la que le hacia falta engrasar…

¿Te encuentras bien?-Dijo una voz de fondo, que parecía la de Druck- Bueno, se ve que no, pero eso es solo hoy, ya mañana estarás mejor si dios quiere…

Druck,¿eres tu? – Dije con una voz débil.

Si –Respondió con voz suave

¿Qué hago aquí?-Pregunte.

Antes de dejarte ser libre debo explicarte varias normas y enseñarte a ser un vampiro-Dijo Druck sonriendo.

¿Y cuales son esas normas?-Seguí con el interrogatorio.

Primera nunca debes decir que eres un vampiro, segunda debes obedecer al conde y tercera esta penado con la muerte del vampiro enamorarnos entre vampiros del mismo sexo por cortesía del nuevo conde…-Dijo con una cara algo triste.

¿Te paso algo con alguna de esas normas?-Pregunte de nuevo.

¿Quieres que te sea sincero?-Respondió.

Sí.-Lo mire.

Antes del que el reinado lo arrebatara el conde Gerfor reinaba un conde llamado Laurent en su reinado todo estaba permitido, hasta los reyes de la época eran vampiros, pero luego un ejercito de vampiros empezó a conspirar contra el conde Laurent hasta conseguir el reinado y pusieron la norma de que los vampiros no podían salir con alguien de su mismo sexo, y yo estaba con un joven llamado Dylan, cuando se enteraron de que estaba con un hombre lo mataron el nunca dijo que estaba conmigo para que no me pasara nada ... aunque a veces pienso que debería haber sido yo el que estuviera muerto el no se lo merecía….-Comenzó a llorar.

Lo siento…-Conteste muy triste.

No te preocupes yo confío en ti…_Dijo mientras se secaba las lagrimas- Bueno vístete que tenemos que ir a ver al conde para que te de el visto bueno, te espero abajo…

Vale-Respondí.

Comencé a vestirme y pensando en lo que me había dicho, hay algo que no me cuadraba no me conocía apenas y ya confiaba en mi…

¡Vamos Igilovus date prisa!-Dijo Druck desde abajo.

¡Voy!-Conteste
Comencé a bajar por las escaleras debajo de ellas había un hombre extraño tapado con una capucha.

¿Y Druck?- Pregunte.

Esta en el coche Igilovus-Dijo el hombre encapuchado.

¿Cómo sabes mí nombre?-Pregunte.

Como para no saberlo eres el profeta.-Contesto

¿Cómo? ¿No entiendo?-Pregunte extrañado.

Olvida lo que te he dicho, yo no dije nada-Dijo preocupado.

Salimos fuera y me abrió la puerta del coche, subí a el, dentro estaba Druck, el coche comenzó a andar y yo me estaba preguntando ¿Qué quería decir con que era el profeta?...

sábado, 7 de noviembre de 2009

Sueños rotos...

Mi historia comienza cuando solo tenia 15 años un 31 de octubre del año 2000, estaba solo en el cementerio o eso creía yo….

Era una noche de luna llena, había una leve niebla y se escuchaban aullidos a lo lejos. Cuando de repente algo saltó sobre mí, era un hambre muy joven y con vestimenta antigua, rubio, de ojos azules y con preciosos dientes….

-Perdón creí que eras un amigo- Dijo el hombre.

-No pasa nada- Respondí.

-Por cierto, me llamo Druck-Dijo el muchacho extendiéndome la mano.

-Yo soy Igilovus- Estreche la mano a Druck.

Estuvimos intercambiando miradas durante un tiempo y yo me preguntaba ¿Quién era? ¿por que viste así?.... Todo eran dudas….

-Hueles muy bien – Dijo Druck sarcásticamente

-Es “Boss” – Conteste con una sonrisa en la cara.

-No, yo me refería a la colonia, digo tu sangre – Dijo mientras se acercaba lentamente.

Yo comencé a apartarme, tenía miedo, pero en el fondo ansiaba la vida eterna.

-¿Puedo? – Dijo Druck.

Mientras dijo eso Denti un leve dolor en el cuello y que algo me recorría por las venas. Era la ponzoña, comencé a gritar para que me dejara, ya que con la vida eterna no podría cumplir mis sueños….

“Hoy mis sueños se han roto”….- Pese mientras la oscuridad inundaba mi mente.

Continuara....

Agradesco a todos los que an echo posible esta primera parte.

Igilovus

martes, 3 de noviembre de 2009

Comienzo

Hola publicare cada sábado una historia o autorreflexiones, hoy os escribiré una pequeña historia.

Cuentan que en una ciudad habían tres jóvenes llamados Pepe, Lucas y Lucia. Pepe estaba muy enamorado de Lucia y le pidió ayuda a Lucas para comprarle algo, así que fueron al mercado donde encontraron a una anciana que vendía rosas, Pepe se decidió a comprar una rosa….

-Hola joven, ¿Qué quieres?- dijo la anciana con una voz débil.

-Quería una rosa para una chica muy especial.-dijo Pepe.

-Toma joven.-dijo la anciana- Una prenguta quería yo hacerle.

- ¡Si dime!-dijo Pepe.

-Tengo unos juguetes que querría tirar si queréis pasaros por mi casa a verlos y si os gusta quedároslos.

-Vale, ¿Dónde vive?-dijo Pepe

-En la ultima casa de la colina-dijo la anciana señalando el final de la calle.-Pásate sobre las cinco.

-Allí estaré – dijo pepe muy firme.

Comenzaron a caminar cuando Lucas le formulo una pregunta a Pepe.

-¿Crees que deberíamos fiarnos?

-¡Claro! ¿Que nos va hacer una vieja?

-Nada ¿creo?

Dieron las cinco los tres jóvenes se dirigieron a la casa de la anciana ya que se unió Lucia. Llegaron a la casa y pegaron a la puerta, ella se abrió sola no había nadie allí.

-¿Hay alguien?-pregunto Pepe.

-Si pasad estoy arriba. –dijo la anciana.

Ellos subieron y se encontraron una puerta semiabierta.

-Pasad estoy dentro.-dijo la anciana.

Ellos muy confiados pasaron y vieron en el techo que colgaban tres orcas.

-¡Corred chicos! –dijo Lucia muy preocupada.

-¿A dónde vais tan rápido?-dijo la anciana.
La anciana saco un cuchillo y a la joven Lucia le corto la lengua en cuatro trozos y se lo dio a los gatos, a los jóvenes les corto sus partes y se las dio al perro, una vez hizo esto los ahorco.

Sus padres los estuvieron buscando día y noche y aun se cuenta que siguen buscando a sus hijos.

¿Aun te fías de los desconocidos?

FIN

Igilovus.